Día del arquitecto.
Día del historiador.
Día Mundial del Becario.
Día del Ingeniero Químico
1857: Se funda la Asociación Española de Socorros Mutuos de Rosario.
1896: Muere Leandro N. Alem.
1909: Nace Juan Carlos Onetti, escritor uruguayo.
1916: en Estados Unidos entra en vigor la denominada Ley Seca, que prohíbe la venta
de bebidas alcohólicas.
1961: Nace Carl Lewis, atleta estadounidense.
1961: Nace Diana Spencer, princesa británica (f. 1997).
1974: Muere Juan Domingo Perón.
2004: Muere Marlon Brando, actor estadounidense.
Día del historiador.
Porque el 1° de julio de 1812 el primer Triunvirato decretó que había que asentar por escrito los acontecimientos de la Revolución de Mayo, para “perpetuar la memoria de los héroes y las virtudes de los hijos de América del Sud, y a la época gloriosa de nuestra independencia civil”.
Fue el Deán Gregorio Funes, a partir de la documentación recuperada, redactó el “Ensayo de la historia civil del Paraguay, Buenos Aires y Tucumán”. Era el primer intento de escribir una Historia Oficial.
La historia es un elemento principal en la construcción de los Estados Nacionales, pues estos no existirían, sin la identidad común de sus individuos.
Es la historia la que nos hace creer que la nación existía tiempo atrás, como algo inevitable, un designio que debemos honrar, no solo por obligación, y esto es lo notable, sino porque lo sentimos profundamente.
Es un instrumento simbólico delicado, pues forma conciencias, lealtades, genera inclusiones y exclusiones y determina acciones.
Se abusa muchas veces en cuestionar la llamada Historia Oficial. Se abusa cuando se la considera sólo un engaño, manipulado para legitimar a un sector en el poder. Todo sector en el poder, escribe siempre una Historia Oficial, y la baja a través del sistema educativo, a la escuela, para formar la conciencia de los ciudadanos.
A la historia la escriben los que ganan, dice una bella canción, y sigue: eso quiere decir que hay otra historia, la verdadera historia…. Acá entramos en un terreno complicado. No hay verdadera y única historia que pretende ocultar a otra. Porque la historia en última instancia no es una realidad, es una construcción del historiador, con datos que seleccionó subjetivamente del pasado.
A veces cambiamos demasiado rápido próceres buenos por malos y viceversa. Nos apresuramos a subir a nuevos representantes al panteón nacional a personas que vimos actuar frente a nuestros ojos, y que todavía nos falta terminar de conocer. Estos procesos deberían permitir preguntas y discusiones, vitales en el tratamiento serio de los materiales del pasado.
También, y esto es saludable, tendemos a bajar a los grandes hombres de la patria del bronce, para verlos en su costado humano, sus virtudes y defectos.
El mecanismo de la Historia Oficial, no solo está tan vivo como el que criticamos, sino que ahora, en un tiempo de auge tecnológico, tiene mucho más recursos.
¿Cuál será la idea de patria y de pueblo, que tendremos en algunas generaciones? ¿Contribuye lo que estamos haciendo, a crear la conciencia de un verdadero país federal, más allá de los próceres iluminados?
1926: Nace Atilio Stampone.
Empezó en el piano en grupos donde su hermano tocaba el bandoneón. A los 15 ingresa en la orquesta de Roberto Dimas, pero fue visto por Pedro Maffia, quien le pidió a su padre que lo dejara trabajar en su cabaret Tibidabo. “Mirá, Pedrito, lo dejo. Pero con una condición: que en cuanto termina de trabajar, vos mismo lo pongas en el tranvía 16 para que se vaya derechito a casa”.
A los 19 años era músico profesional en la orquesta de Roberto Rufino. En 1946, cuando Piazzolla forma su orquesta Stampone fue el pianista y después integró el octeto de Astor. A pesar de eso quiso perfeccionarse con el maestro Vicente Scaramuzza. A pesar de ser un reconocido pianista, continúa con sus estudios de armonía, composición, contrapunto, fuga, dirección orquestal y dodecafonismo.
En 1985 es elegido presidente de SADAIC, y ese año compuso la banda musical de la película La historia oficial, ganadora del Óscar.
Un músico con mayúsculas.
1967: Nace en Rio de Janeiro Marisa Monte, cantante de la banda Tribalistas.
Su primer interés musical estaba en los tambores; después aprendió guitarra, canto lírico y teatro musical.
En Italia estudió canto pero desistió del género lírico y se pasó a la música brasileña, en pubs y locales frecuentados por gente de la noche.
El éxito le llegó gracias a un show televisivo de Río, en 1987. No había grabado pero era considerada una voz prometedora de la música popular brasileña.
Su primer disco, MM, tenía un repertorio ecléctico. El segundo, Mais ya la tenía como compositora y sonó en EEUU, Japón y países de Europa y América Latina.
En 2002 formó Tribalistas, junto a Arnaldo Antunes y Carlinhos Brown,
Marisa Monte es presente pero parece que con futuro.
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